25/10/11
Línea H, tan joven y tan colapsada
En  las últimas dos semanas, el servicio de la línea H empeoró notablemente.  Relatos de pasajeros en distintos foros de  opinión, incluyendo los comentarios a las notas de este medio, dan cuenta de  una situación que se agrava con el correr de los días sin una solución a la vista. Desde la  apertura de la   estación Corrientes hace casi un año, el tráfico de la línea H se incrementó en  alrededor de un 80%.  En hora pico ya se  había vuelto difícil encontrar un asiento libre, panorama habitual cuando los  trenes circulaban sólo entre Once y Caseros, hasta que hace quince días las  autoridades inauguraron la estación Parque Patricios.    Si bien hasta el momento no se registró  un aumento de pasajeros comparable al que ocurrió cuando se inauguró  Corrientes, la calidad del servicio sí mostró un fuerte deterioro.  Cuando la traza se prolongó hacia el norte,  se agregó una formación adicional que permitió reducir la frecuencia a 6:30  minutos en hora pico.  Esto hasta el  momento no ocurrió con la apertura de Parque Patricios.  Si bien el número de formaciones asignadas a  prestar servicio en las siete estaciones de la H es reducido (seis formaciones  de cuatro coches cada una según los últimos datos publicados el año pasado por  SBASE) cuando se lo compara con otras líneas -la C, con nueve estaciones, tiene  asignadas 13 formaciones de seis coches cada una -, esto no debería ser motivo  suficiente como para que se registren las demoras que se volvieron habituales  en los últimos quince dias considerando la baja frecuencia de la línea.    En ese sentido, se observó que las formaciones llegan  a demorar hasta quince minutos para salir de las estaciones intermedias incluso  cuando cuentan con via libre en tiempo y fiorma como para avanzar con  normalidad.  Mientras tanto los  pasajeros, que ya esperaban en un andén saturado, continúan abordando una  formación Siemens repleta como en los tiempos en los que circulaban en la línea C hasta que el  guarda cierra las puertas.  Cuando por  fin se reanuda el viaje, los trenes literalmente reptan hasta la próxima  estación.  Testimonios de pasajeros  destacan también que se ven pocas formaciones prestando servicio, a veces una o  dos e incluso llegó a verse un tren estacionado en la via oeste de Corrientes  tal como sucede los fines de semana.   Debe decirse además que dicha vía, junto a su correspondiente andén, y  la cola de maniobras de la actual cabecera norte deberían utilizarse para  agilizar el servicio y evitar que el andén este se transforme en un tumulto  cada vez que los pasajeros deben subir y bajar de un tren que recién llega.  Trabajadores de la línea H, cuya identidad se  mantendrá en reserva, se comunicaron con este medio para dar su versión de los  hechos.  De acuerdo a su testimonio, los  distintos sectores operativos de la nueva línea trabajan con una dotación muy  ajustada de personal, hecho que se agravó tras la apertura de Parque  Patricios.  Al mismo tiempo, informaron  que las formaciones no se encuentran en buen estado de mantenimiento: se  registran múltiples fallas durante la operación que obligan a demorar o, en el  peor de los casos, suspender el servicio.   Esto es fácilmente observable cuando se viaja: vibraciones y ruidos  fuertes producidos por ruedas desgastadas o aplanadas, suspensiones en mal  estado (cuando se mira una formación desde un andén, se puede apreciar que  algunos coches presentan una ligera inclinación hacia alguno de los costados),  puertas que presentan problemas en su apertura o cierre son algunos de los  inconvenientes que experimentan los pasajeros.   Hasta el momento, ni SBASE (que en la línea H es la encargada del control del servicio)  ni Metrovías se pronunciaron al respecto.   Cabe recordar que en 2007, cuando se inauguró el primer tramo de la H,  se realizaron diferentes protestas gremiales y denuncias judiciales de parte de  Alejandro Franco, ex director de SBASE, que daban cuenta del mal estado de  mantenimiento de las formaciones Siemens trasladadas desde la línea C.  En aquel entonces, Franco  dijo que "un coche de subte no es como un auto particular, que lo cambiás  cada tres años. Esto requiere un mantenimiento, y si vos le hacés el  mantenimiento adecuado, el coche anda 50, 60, 70 años. Muchos de estos  vehículos son coches muy nobles, pero requieren la atención y la inversión que  se establece que tengan que tener para que funcionen bien. Sino, funcionan mal,  se paran, se abren las puertas, tienen todos los problemas que tienen."  Cuatro años y dos estaciones nuevas después,  los problemas son los mismos. (enelSubte)
    
